El Pollo Romano de Desy o como No Seguir Una Receta

Hoy escribo con un delicioso pretexto: compartir la receta del Pollo Romano de Desy. Pero más que compartir un platillo, les quiero compartir la metodología de Desy para seguir una receta, la cual consiste justamente en no seguirla para nada.


Desy es la pareja de mi hermano pero, como yo odio la palabra cuñada, prefiero referirme a ella como mi hermana. Por eso y porque somos cómplices en la cocina, en los momentos de ocio y en otras travesurillas que hacemos juntos.

Recuerdo mucho la primera vez que comí el Pollo Romano. Fue en el primer verano que fui a visitar a Diego (mi hermano) y a Desy y lo disfrutamos al calor del patio trasero, con unas velas tenues, un suave olor a mar y alguna bebida espumosa ligeramente envinada. El sabor fue tan delicioso que no me pude quedar con las ganas de pedirle la receta.

Desy no tuvo ningún reparo en enseñarme la receta original, pero también añadió sus indicaciones personales que reconfiguran totalmente la receta. En ese sentido, existen tres elementos que te pueden ayudar a interpretar cualquier receta de tu preferencia

• ADAPTA: Muchas veces hacemos recetas extranjeras cuyos ingredientes son muy difíciles o caros de conseguir. Cuando eso pase, adapta a los ingredientes que tienes a tu alcance
• MODIFICA: Si prefieres el vino tinto al blanco, el ajo al ajonjolí, la naranja al limón o el rábano al jengibre no hay ningún problema en hacer cambios por ingredientes similares.
• EXPERIMENTA: Si por alguna razón olvidaste algún ingrediente, o si simplemente tienes otro a la mano, utilízalo y juega con los sabores. Tal vez el resultado no siempre sea enteramente satisfactorio pero todo en la vida es un ensayo de prueba y error, la cocina no tendría por que ser la excepción.

Así como Desy, puedes seguir cambiando los ingredientes y apropiarte de esta receta italiana.

INGREDIENTES para 6 porciones

• Pollo, 3 piernas y 3 muslos son las piezas que mejor funcionan para el tipo de cocción.
• Aceite de Oliva 100 ml
• Una cucharada de Orégano y tomillo frescos. Si no los consigues frescos, los secos también funcionan. 
• 1 Pimiento Amarillo y 1 Rojo. Puedes usar verde aunque el sabor es un poco más fuerte y menos dulce, además de que el platillo es mucho más vistoso con colores cálidos.
• 2 varas de Apio
• 2 dientes de ajo
• 2 cucharadas de alcaparras
• Perejil picado finamente. Puedes prescindir de él pues se coloca al final y para darle vista, sin embargo es un toque sutil que realza notablemente el sabor.
• Jamón Serrano. Desy utiliza tocino común para suplirlo, ambos son buenas opciones. Con 50 o 100 gr de cualquiera es suficiente
• Una lata de jitomates rebanados. Desy compra una lata de  esos tomates, pero yo nunca los había visto en México, asumo que por la facilidad de conseguir jitomate aquí no hay necesidad de enlatarlos. Puedes suplirlo con dos jitomates bola y un puré de tomate 200 ml.
• Caldo de Pollo, una taza (250 ml)
• Sal de grano y pimienta.
• Vino blanco de mesa, una taza. Desy suele usar vino tinto pero pinta un poco el pollo y yo prefiero ver la carne de color claro. Un vino rosa también es una buena opción. Cada uno de ellos representa un cambio en el sabor final del platillo, prueba con cada uno y encuentra el que mejor te acomode. El vino debe de estar a temperatura ambiente.

*El toque de Desy: la receta, muy a la italiana, no considera un picor al que estamos tan acostumbrados en la cocina mexicana. Para , Desy opta por un par de chiles de árbol.

PROCEDIMIENTO

1. Antes de preparar todo lo demás, hay que marinar el pollo untando una mezcla de sal de grano y pimienta fresca. Lo reservamos a temperatura ambiente y continuamos con lo demás.
2. Se pica en cuadros pequeños (1x1 cm) el pimiento.
3. Se pica también en rodajas pequeñas el apio.
4. El tocino se pica también en cuadritos de 1 cm
5. El ajo se pica tan finamente como sea posible
6. El jitomate se corta en octavos y se pone a hervir en el puré de tomate a fuego muy bajo. Hay que mover eventualmente hasta que los jitomates estén suaves.
7. Se pone también el caldo de pollo a la lumbre para que esté hirviendo al momento de que lo vayamos a utilizar.
8. En una olla profunda, ponemos a calentar todo el aceite de oliva. Cuando ya está caliente freímos el pollo para crear una cubierta dorada superficial. El pollo se va a terminar de cocinar posteriormente, así que no hace falta que quede totalmente cocido.
9. Retiramos el pollo y en ese mismo aceite ahora aromatizado, agregamos el tocino.
10. Antes de que el tocino esté muy dorado, agregamos primero el ajo, después el apio y después el pimient,o dejando cocinar un poco cada uno de los ingredientes.
11. Agregamos a esa mezcla la taza de vino blanco, el tomillo y el orégano.
12. Una vez que el vino suelte el hervor, se agregan los tomates suavizados en el puré de tomate. No es necesario agregar el exceso de puré, aunque puedes agregarlo si lo deseas.
13. Se deja hervir por unos pocos minutos, posteriormente se agrega el caldo de pollo que debe de estar hirviendo o por lo menos caliente.
14. Una vez que la mezcla está hirviendo, se agregan las piezas de pollo previamente selladas y se dejan hervir por al menos 20 minutos a fuego alto.
15. Agrega dos o tres chiles de árbol partidos a la mitad si quieres lograr un sabor más intenso y ligeramente picante.
16. Pasado el tiempo de cocción, el pollo está listo para servirse. 
17. Para presentarlo, agrega unas cuantas alcaparras a cada plato y espolvorea un poco de perejil fresco recién picado

Es cierto que es una receta elaborada pero también fácil si se pone atención a los pasos. La puedes acompañar con un vino de mesa de tu elección. Si tu, como yo, te sientes perdido en el asunto de los vinos, te recomiendo algunas opciones fáciles que además puedes conseguir por precios alrededor de 120 pesos en casi cualquier Superama o Wallmart:

• Lambrusco de Riunite: Es un vino tinto espumoso, dulce y afrutado.
• Rosso Frescato de Carlo Rossi: similar al anterior, también espumoso y dulce.
• Zinfandel (rosa) o blanco de LaCetto: No tan dulces pero buenos para acompañar a la hora de la comida, además de que son vinos mexicanos.

Ojalá que disfrutes esta receta tanto como yo. Acompáñala con un par de copas de Lambrusco y un pan rústico italiano aderezado con aceite de oliva y balsámico y ya tienes una cena romántica de manera fácil y nada inaccesible.